"-¿No es una lástima que Proust no tuviera una cosa así? A veces cuando estoy sentado arriba [en la cabina del tramoyista] pienso en toda la gente que ha muerto y a quienes les hubiera encantado el 54. Es una pena que no estén aquí gente como Ronald Firbank o Toulouse-Lautrec o Baudelaire u Oscar Wilde o Carl Van Vechten. A Cole Porter le hubiera entusiasmado"
Jueves 12 de abril, 1979
(...) Con Truman es la primera vez que veo un lifting que sale bien. Le han quitado totalmente la papada y eso que la tenía ahí colgando desde hacía años. Lo peor es esa cicatriz que aún le queda en la nariz. Creo que ese fue el único error. Desde la operación, lleva una tirita encima. Podía haber empezado por ahí (risas). Ah, Truman nos pidió los originales de sus artículos, yo quería conservarlos. Intentaré colocarle una copia de Xerox.
"Truman había oído hacía tiempo una anécdota que archivó, aguardando el momento oprtuno para utilizarla. Durante la Segunda Guerra Mundial un hombre de mediana edad se acostó con un marine un sábado por la noche y disfrutó tanto entre los brazos de aquel musculoso joven que creyó que tenía que regalarle algo para mostrarle su gratitud. Como cuando se levantaron era domingo y todas las tiendas estaban cerradas, lo único que podía hacer era invitarle a desayunar.
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