

Más adelante, una madre aterrorizada culpabiliza a Melanie de todo lo que está pasando en Bodega Bay, ella _Melanie_ recibe insulto tras insulto con el traje impecable, pese a que ha vivido ya la célebre secuencia de la gasolinera. En esa situación termina por abofetear a la histérica señora, pero el atuendo sigue sin perder la elegancia. Y de pronto, uno descubre la ironía
máxima de la diseñadora: a lo mejor no es el personaje el que provoca la locura antihumana de las aves, sino el traje".

TEXTO: BORIS IZAGUIRRE
(Ya no hay regreso con el traje verde pistacho)
.